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La Casa de la Alegría (2000)

 Otra adaptación literaria que sumar, a mis aún escasos conocimientos. He visto la película en dos sesiones, debido a la extensión de su metraje, son más de dos horas. Lo primero expresar lo mucho que me ha gustado la actuación de Gillian Anderson como Lily Bart. Solamente la conocía por su papel en Expediente X. Después he averiguado que ha participado en la última versión de Casa Desolada y que además, tiene pendiente el estreno de Grandes Esperanzas (ambas de Dickens) para 2012.

 Nos encontramos con la historia de Lily Bart, cuyo único objetivo es poder vivir una existencia lujosa. Aunque Lily no posee ni un céntimo es guapa, simpática y con las amistades adecuadas, lo que le permite codearse con la jet set newyorkina. Sin embargo ninguno de los planes que nuestra protagonista va trazando hábilmente para cazar marido termina por cuajar. A esto se une una serie de malas decisiones, que le llevan a un camino que no sabemos cómo terminará. El culmen lo constituyen unas importantes cartas.

 Comencé la película, y por ende la novela (que leí este año: http://librosbooks.blogia.com/2011/033101-la-casa-de-la-alegria.php), cayéndome bastante mal Lily. Sólo quiere convertirse en mujer trofeo sin importarle nada ni nadie. Conforme avanzamos en la historia observamos que esto no es verdad. Por el contrario, muchos de sus planes no cuajan por no ser capaz de todo.  Todos la creen capaz de lo peor, nadie duda de sus maquinaciones. Además  cuando hay que defenderla de graves acusaciones, nadie sale en su defensa.  Esta cuestión es para mí lo más interesante de la película. Realmente Lily es una inocente. No se da cuenta de la red que va tejiéndose a su alrededor. Los que parecían más inocentes, terminaron siendo los más culpables. Nuestra protagonista no comprende que lo que se permite a una mujer casada es completamente opuesto de lo permitido a una soltera. Una mujer soltera, y por ende sin posibilidades económicas, sólo tiene su reputación . En este punto me sorprendió la rigidez de la sociedad americana, cuando siempre la creí mucho más libre que la inglesa.

 Destaca la preciosa historia de amor de Lily y Lawrence.  Ambos se aman profundamente, pero no lograr expresar en palabras sus sentimientos, A esto se une que son un poco egoístas, no ceden nunca, lo que les lleva a discutir continuamente. Ninguno empatiza con el otro, no comprenden sus respectivas posiciones, ninguna de las cuales es fácil. Me da mucha rabia que no se den cuanta lo que para nosotros espectadores es tan obvio: que son perfectos el uno para el otro.

 Me ha gustado mucho intensa carga dramática del film. Nos encontramos con una historia de esas en las que una vez elegido un camino es muy difícil retroceder. Emocionantísima la progresiva evolución de Lily ¡Hay de esa conversación final con Lawrence! Me emocionó muchísimo todo su último tramo.

 La historia se sitúa en 1905, en plena época Eduardiana, lo que le da un ambiente precioso. Magnífica la ambientación del film. Fabuloso el trabajo de la Dirección artística. Como curiosidad muchas de las escenas se rodaron en Glasgow (el verdadero New York no aparece). Mención especial para el vestuario. Me han encantado todos los trajes que lucen las mujeres.

Eric Stoltz as Lawrence Seldon and Jodhi May as Grace Stepney in Sony Pictures Classics’ The House of Mirth - 2000The House of Mirth (2000)

 El resto del elenco también realiza muy buenas actuaciones. Me ha hecho mucha gracia encontrarme con Elizabeth McGovern  (Lady Cora en Downton Abbey) y con Dan Aykroyd, al que nunca hubiera pensado para  un papel dramático.

 Como crítica a la película, que como ya he dicho me gustó mucho, es que refunde dos personajes en uno (en el libro quién está enamorada de Lawrence es una prima suya que no aparece). Además no explica la infancia de Lily que justifica mucho de su personalidad (un flashback había estado bien).

 Citar por último la preciosa música. Sin palabras me dejó esta composición:http://www.youtube.com/watch?v=x5AHHKxCK64&feature=related

 La Casa de la Alegría (2000)

 Terence Davies

 Granada

 *El título se refiere a unos versos del Eclesiastés: ”El corazón del sabio está en la casa de luto; pero el corazón de los necios en la casa del placer (alegría)”.

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