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Cranford

Hablar de Cranford es hablar de sus encantadoras ancianas. Son éstas las auténticas protagonistas de la novela. Sus historias las que Gaskell nos relata en esta divertida novela.

 

 Me he reído mucho con ellas. Forman un grupo bastante peculiar. Su comportamiento y sobre todos sus manías son desternillantes. Una de ellas llegó a vestir a una vaca con un jersey.

 

Ellas mismas se consideran las jueces del pueblo y es necesario para cualquier nuevo vecino su visto bueno:”cranford, en primer lugar está en poder de las amazonas”. Como ellas afirman: “en algún punto hay que poner el límite”. Se consideran parte de la aristocracia, aunque sus medios son limitados y viven modestamente. Sólo se permiten algún sombrero de vez en cuando. Muy curiosas sus normas de comportamiento:”había un reglamento establecido para ir de visita y recibir en casa, que se comunicaba debidamente a las jóvenes que llegaban a la población con la misma solemnidad que antiguamente se leían las antiguas leyes de la Isla de Man”.Formas de comportarse que hoy tacharíamos de ridículas.

 

Son además unas grandes cotillas. Si algo ocurre en el pueblo son las primeras en enterarse y , por lo tanto en divulgarlo. No por malicia sino porque es lo que hace que no se aburran. Trae emoción a sus vidas.

 

 Destaco su odio al sexo opuesto. Los hombres son para ellas seres de otro planeta y ninguno de ellos posee nada destacable, sino más bien al contrario:”las damas de Cranford se bastan por completo. Un hombre estorba tanto en casa”.

 

La historia de unas cotillas de pueblo no es habitual que me guste tanto, pero Cranford me ha encantado. Sus ancianas son adorables y me he quedado con las ganas de saber más de ellas.

 

Cranford(1851-1853)

Elizabeth Gaskell

RBA

 

*Más historias de Cranford en Las Crónicas de Cranford de Planeta(Confesiones del Señor Harrison y My Lady Ludlow)

*Hay miniserie de la BBC

*Guiño a Dickens; uno de los personajes lee Los Papeles Póstumos del Club Pickwick

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