Nos traslada a la ciudad balneario de Enval (Francia) a finales del Siglo XIX. Sitio de moda por sus aguas termales, la jet set acude en masa para curarse todo tipo de enfermedades. Entre estos distinguidos visitantes encontramos a la familia Ravenel, protagonista de la historia.
La novela nos relata, de forma bastante sarcástica, los vericuetos de los balnearios de moda. Todo es poco para conseguir el tan ansiado triunfo; pago a famosos médicos, regalos, engaños…Mención aparte para la milagrosa curación del paralitico. Cómo Lázaro le dijeron levántate y anda y así lo hizo.
Parece que todo es una obra de teatro de cara a la galería (muy buenas las tres damas con las sombrillas con los colores de la bandera francesa).Tras su lectura dudo de las propiedades minerales atribuidas a las aguas. Me reí mucho con las peleas entre los distintos médicos. Cada uno tiene un sistema completamente opuesto, lo que para uno es perjudicial para otro es sanísimo y viceversa.
Destacar el ambiente sumamente distendido de los balnearios. Se permiten libertades que si estuviéramos en las ciudades serían un escándalo. Esto provoca que se sucedan en poco tiempo multitud de acontecimientos. Hay bodas, nacimientos, muertes…
El amor, constituye a mi entender, el tema central de la obra. Observamos múltiples relaciones amorosas. Todas ellas sin embargo tienen en común un cierto pesimismo. El autor parece desencantado del amor. Muy crítico sobre todo con la actitud de los hombres. Juegan con los sentimientos de las mujeres sin importarles lo que éstas sufran (”Lo amaba con ese abandono total del cuerpo, del alma, de todo el ser que convierte, a veces, al amor, en un sacrificio sin reservas y sin límites”). Para ellos sólo hay dos tipos: o vírgenes o ligeras de cascos. Cada una reservada para un determinado papel. Acabé con una sensación de descontento respecto de las relaciones amorosas. Nada dura eternamente.
Otra interesante dicotomía la constituyen el dinero/mente versus disfrute/corazón. Por el primero tenemos al Señor Andermatt, marido de Christiane Ravenel, únicamente preocupado por el dinero. De hecho se jacta de poder poner el precio exacto a cualquier cosa. Como defensor de los sentimientos exaltados aparece Paul Brétigny(“obedecía aquello que lo arrastraba, ya fuera excelente o detestable, en cuanto un deseo, un pensamiento, una emoción perturbaba su exaltado carácter. Todas las emociones tenemos… que hartarnos de ellas, embriagarnos de ellas hasta alcanzar la felicidad más aguda o la desesperación más dolorosa”), siendo representantes del bon-vivant la familia Ravenel (es fácil abogar por la vida fácil si tienes quién te la sufraga).
El título hace referencia a un monte perteneciente a la familia Oriol, otra de las protagonistas. Esta familia desde luego no tiene precio (¡hay de ese padre y ese hijo tan zafio trabajando sin parar mientras tienen escondida una fortuna en su casa!).
Mención especial para el lirismo de la novela. Preciosa la manera de narrar de Maupassant: ”Llevaba ocho días alterándole continuamente la tranquilidad del alma, y se la revolvía como se revuelve un estaque al tirar piedras dentro. Al mirar esta llanura es como si el pensamiento desplegara las alas. Parece que, más que algo que se ve, algo que se sueña”.
Enval forma parte de la Auvernia, una parte de Francia caracteriza por su paisaje agreste y sus aguas termales. En 1875 la estación termal de La Bourboule fue fundada en Puy-de-Dôme.
Para finalizar, la siguiente frase de Baudelaire, que el autor pone en boca de uno de los personajes:
“¿Qué importa que del cielo o del infierno vengas,
Belleza, monstruo inmenso, ingenuo y espantoso,
si tus ojos, tu paso, tu risa abren la puerta
de un infinito que amo pero que aún desconozco?”
Mont-Oriol(1887)
Guy de Maupassant
Alba
*La imagen de mi portada es el cuadro El desayuno, 1873, Claude Monet.
*Según IMDB hay dos adaptaciones de la obra; una de 1980 y otra de 1958, supongo que amabas inencontrables.
*Otra de las novelas de Maupassant, Bel-Ami(1885), será llevada a los cines el año próximo, y contará con el protagonismo de Robert Pattinson(Crepúsculo).